Que las emergencias financieras te pillen preparada. Qué hacer para enfrentar emergencias financieras.

Te va bien en la vida. Lo estás petando en el trabajo y tu vida social está floreciendo, has encontrado una rutina de ejercicio con la que no te dan ganas de morirte y te has mantenido dentro de tu presupuesto mes tras mes. Empiezas a pensar que ya le has tomado el tranquillo a esto de ser adulto.

Pero justo cuando empezabas a relajarte, ocurre lo inesperado:

Te tropiezas durante la clase de zumba y te rompes un diente, la lavadora deja de funcionar y vas a tener que comprar una nueva, tu perro se traga un calcetín y la operación de emergencia asciende a miles de euros. Y por si no fuera suficiente, en tu empresa han decidido hacer un ERE, por lo que te vas a quedar en la calle.

Sea cual sea la situación, la vida tiene una forma peculiar de lanzarnos sorpresas cuando menos las esperamos... o cuando menos preparadas estamos para enfrentarlas.

Según la Encuesta de Condiciones de Vida, publicada por el INE, un 35,5% de los hogares españoles en 2022 no tenía la capacidad para afrontar gastos de imprevisto. En el caso de México, solo dos de cada diez adultos podrían afrontar el pago de un improvisto por el importe de un mes de ingresos, según la Encuesta Nacional de las Finanzas de los Hogares realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Esto es un problema que puede convertir una mala situación en algo peor.

Confía en nosotras cuando te decimos que lo último de lo que quieres preocuparte en medio de una emergencia es de cómo vas a pagar algo. Por eso es esencial que te prepares de manera proactiva para las emergencias financieras, de modo que puedas enfocarte en abordar la emergencia en sí, sabiendo que tus finanzas están seguras.

Aquí te presentamos seis formas de prepararte para una emergencia financiera, para que puedas recuperarte más rápido y con menos estrés:

1. Crea un fondo de emergencia en una cuenta de ahorro de alto rendimiento.

   El fondo de emergencias es tu salvavidas financiero, y establecerlo es uno de los pasos más importantes. Este fondo debe contener, al menos, entre tres y seis meses de gastos básicos, incluyendo gastos de vivienda, alimentación y otros gastos esenciales que puedas tener. Con el aumento de la inflación y la volatilidad económica actual se sugiere ampliar el mínimo de entre tres y seis meses a nueve meses.

   Un consejo importante: asegúrate de que tu fondo de emergencia esté en una cuenta de ahorro de alto rendimiento. Esta es como cualquier otra cuenta de ahorro, pero permite que tu dinero genere más intereses que una cuenta de ahorro tradicional. De esta manera tu dinero crecerá más, lo que te ayudará a estar más preparado para emergencias sin ningún esfuerzo extra por tu parte.

2. Ahorra en función de tu patrimonio neto.

   Digamos que ya has calculado tu presupuesto, has programado el pago automático de tus facturas, has creado un fondo de emergencia en una cuenta de ahorro de alto rendimiento y has automatizado las aportaciones a tu cuenta de ahorro. Vas por buen camino para el bienestar económico y para estar preparada ante emergencias.

   Uno de los mayores errores que comete la gente es que, una vez que han automatizado sus ahorros, no ajustan la cantidad que ahorran a medida que cambian sus ingresos. Es importante que te asegures de ajustar la cantidad que se aporta a tus ahorros (y ajustar la cantidad de tu fondo de emergencia) a medida que cambian tus ingresos y gastos. De esta forma te asegurarás de que tus ahorros siguen siendo acordes a tus ingresos, y que la cantidad de tu fondo de emergencia sigue siendo suficiente para tus gastos.

3. Paga tus deudas.

   Pagar las deudas tiene que ser siempre una prioridad financiera, pero es especialmente importante cuando quieres preparar tus finanzas personales para una emergencia financiera.

   Una emergencia financiera puede desbordar tu presupuesto, dificultando pagar los artículos de primera necesidad, las facturas y los gastos asociados a la emergencia. En momentos así, pagar las deudas puede parecer menos importante que el resto de gastos y sería tentador pausar estos pagos. El problema de esto, es que esas deudas seguirán acumulando interesas y comisiones de penalización, lo que a la larga aumentará la cantidad total que debes.

4. Invierte en buenos seguros de hogar, coche y salud.

   Sabemos que al principio puede ser tentador invertir en seguros básicos para ahorrar dinero, pero es importante que según vayamos avanzando en nuestras carreras, aumentando nuestro patrimonio y creciendo nuestras familias, prioricemos la inversión en seguros de hogar, coche y salud para proteger nuestro bienestar y el de nuestros seres queridos.

   Aunque recortar planes al principio puede parecer tentador, es muy probable que al final acabes pagando un precio más alto por carecer de cobertura suficiente.

5. Elabora un plan de contingencia.

   Un plan de contingencia es una parte crucial, te brinda tranquilidad y te ayuda a enfrentar esa situación inesperada con confianza. Define cómo actuarás en caso de una emergencia, incluyendo cómo reducirás gastos, a quién recurrirás para obtener apoyo y cómo accederás a tu fondo de emergencia si es necesario.

   Recuerda que cada situación es única, y un plan de contingencia debe adaptarse a tus necesidades y circunstancias personales.

6. Mantén la comunicación con tu familia abierta.

   Habla con tu familia sobre la importancia de estar preparados financieramente para emergencias. Todos los miembros de la familia deben conocer el plan de contingencia y estar depuestos a colaborar en la gestión de la crisis si es necesario. Se debe establecer un ambiente de confianza sobre este tema, teniendo conversaciones regulares que incluyan a todos los miembros.

En conclusión, las emergencias financieras son desafíos que pueden afectar a cualquiera, pero lo llevarás mejor si te pillan con la guardia alta. Estar preparada es esencial para reducir el impacto de recuperarse más rápido. Sigue estos consejos para enfrentar estas situaciones con confianza y mantener tu estabilidad económica en tiempo difíciles

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